Homenajeado del Mes
El 5 de agosto de 1934, en la aldea San Pablo, Parroquia Estanques, Municipio Sucre del estado Mérida, nace el primogénito del matrimonio de Antonio María Méndez Mora y Juana Méndez Mora: JOSÉ DEL CARMEN MÉNDEZ MÉNDEZ. Labrando la tierra de sol a sol, dedicados al trabajo del campo, va creciendo la familia y saliendo sus retoños: Jesús Manuel, Román Alirio, Albeiro Antonio, Isidro, Elio José, Juana del Carmen y Dalia Margarita. Cuando apenas tenía dos años, sus padres se lo traen a Chiguará y se traen una cabra lechera para asegurar su alimento. Vienen con mucha fe y esperanza pero, también un poco tristes, pues al más pequeño, Jesús Manuel, lo dejan al cuidado de los abuelos que le habían pedido los dejara criarlo mientras Antonio María echaba palante. Don Pedro Mora, su primer maestro, lo enseñó a leer, escribir y las matemáticas básicas hasta el cuarto grado. Pero, por situaciones de la vida viaja a Caracas y allí estudia el quinto grado en la Escuela de Boleíta con los padres Salesianos. Regresa a Mérida y estudia el sexto grado en la Escuela Gonzalo Picón, para continuar con su bachillerato en el Liceo Libertador. José del Carmen un enamorado de la agricultura, la ganadería, el medio ambiente y el bien común, se marcha a Maracay a estudiar en la extensión de la UCV la carrera de Agronomía, estudios que no pudo culminar, pues un fatídico accidente en el que fallece su madre y dos de sus hermanos, le obligan a regresar a casa, apoyar a su padre e impulsar la familia. Este hombre soñador, ya con experiencia fuera del pueblo, formado además académicamente, emprendedor y fiel creyente de que el futuro de Venezuela está en el campo, comienza a organizarse e independizarse. Se casa con María Teresa Anaya, con quien forma una bella familia y traen al mundo a José Antonio, María Cecylia y Jesús Albeiro. El trabajo su norte, la fe puesta en Dios y la esperanza de ser mejor y servirle a la gente, lo llevó a ser representante de los caficultores por muchos años, en PACCA-Chiguará, Mesa Bolívar y Santa Cruz de Mora. Cuando tenemos gente como él en nuestro pueblo, con raíces profundas de amor por la tierra, la naturaleza y la agricultura, nos sentimos orgullosos de homenajearlo en esta oportunidad, pues es un ejemplo de trabajo, constancia y honestidad, que deben seguir las generaciones de relevo para cambiar el rumbo de la historia hacia un mejorpaís.
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